FOTO: IVÁN
MARCOS PERERA GRUEIRO, La Habana, 1993, Artista de la
Plástica. Estudiante del Instituto Superior de Arte
Fui el extraño
que miró sonriendo a través de las
rejas,
la fotografía de una tarde de sábado.
Allí, el muchacho
sigue componiendo la ópera de su vida.
Yo fui el otro,
el que busca versos para esa ópera.
Ahora, solo nos llamamos.
Fui el extraño
que miró sonriendo a través de las
rejas,
la fotografía de una tarde de sábado.
Allí, el muchacho
sigue componiendo la ópera de su vida.
Yo fui el otro,
el que busca versos para esa ópera.
Ahora, solo nos llamamos.
No hay
dedicatorias
solo un mar donde apareces
y te extingues como el fuego.
Solo el silencio comprometido,
la sal y el generoso canto indígena.
Nos deslizamos por las grietas.
La mañana llega gris y asusta con la
angustia.
Un pétalo con mordeduras
es batido por el viento.
No tengo a quien
leer,
ahora comparto mi propio cerco,
el violento convite de mi alma.
En la meditación de la tarde
—busco entre las narraciones que
escuchaba
cuando era pequeño—
esas dulces rarezas.