domingo, 2 de septiembre de 2012

Luminosa Sombra

La latitud de la noche extiende su mano,
llega la luz.
Desciendo por las aguas,
me vuelvo por el extremo límite de mi cuerpo
y al pie de las estatuas siento la respiración.

La luminosa sombra toma mi infancia.
Abro los ojos

y mi cuerpo permanece en la quietud,

en la memoria. 


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