La latitud de la noche
extiende su mano,
llega la luz.
Desciendo por las aguas,
me vuelvo por el extremo límite de mi cuerpo
y al pie de las estatuas siento la respiración.
me vuelvo por el extremo límite de mi cuerpo
y al pie de las estatuas siento la respiración.
La luminosa sombra toma
mi infancia.
Abro los ojos
y mi cuerpo permanece en
la quietud,
en la memoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario